

Reseña | El derecho a decir NO de Walter Riso
No suelo escribir reseñas negativas, pero a veces también es necesario compartir cuando un libro no encaja, especialmente si puede ayudar a otras lectoras a filtrar sus próximas lecturas.
El derecho a decir no, de Walter Riso, es un libro que gira en torno a la asertividad: ese equilibrio entre decir lo que pensamos sin agredir ni ceder.
El objetivo es muy valioso, pero la manera en que se desarrolla me ha dejado más dudas que certezas.
La idea de fondo del libro es clara: necesitamos aprender a poner límites, a defender nuestros derechos emocionales sin culpa y a priorizarnos. Hasta ahí, de acuerdo. Riso clasifica los distintos tipos de asertividad y propone ejemplos cotidianos donde puede aplicarse. Incluso dedica un último capítulo a modo de guía práctica, que es, en mi opinión, lo más útil del libro. Sin embargo, llegar a ese punto se me ha hecho más cuesta arriba de lo esperado.
El estilo de escritura me ha parecido denso y, en algunos momentos, confuso. No sé si ha sido cosa mía, pero me daba la sensación de que algunos conceptos se mezclaban y más que aclarar, enredaban. Esto me hizo perder el hilo varias veces, y aunque había párrafos interesantes, me costaba conectar con ellos de forma clara.
Pero más allá de lo técnico, hay algo que me ha incomodado profundamente: la manera en que se aborda el tema del maltrato. En uno de los ejemplos, Riso plantea la posibilidad de ser asertiva incluso en una situación de abuso. Personalmente, creo que ahí no cabe ni la asertividad. En un contexto de violencia, física o psicológica, lo prioritario no es negociar ni expresarse con equilibrio: es salir de ahí, pedir ayuda y protegerse. Al final del libro matiza esa idea diciendo que hay que pensar con la cabeza, pero para entonces, el mensaje ya estaba lanzado. Y me pareció peligroso.
También me ha sorprendido negativamente una expresión que utiliza hacia el final: habla de convertirse en un “autista feliz” como metáfora para referirse a alguien que logra que le resbale lo que digan los demás. Honestamente, creo que una figura pública, psicólogo y autor de best-sellers no debería utilizar ese tipo de comparaciones. No solo me pareció de mal gusto, sino que estuve a punto de abandonar el libro ahí mismo. No lo hice porque ya estaba casi terminado, pero esa frase empañó aún más una lectura que ya venía floja.
Me cuesta recomendar este libro. Entiendo que hay personas a las que puede servirle, sobre todo si es su primer contacto con el concepto de asertividad. Tiene partes rescatables, especialmente cuando habla de la importancia de decir “no” sin miedo a las consecuencias sociales, o cuando desmonta la culpa que muchas veces sentimos al poner límites. Pero, en conjunto, me ha resultado un texto con mensajes peligrosos, mal enfocados y con ciertas expresiones desafortunadas.
Tengo otros libros de Walter Riso pendientes, pero sinceramente me lo pensaré dos veces antes de seguir con ellos. Esta lectura me ha hecho desconfiar de su manera de enfocar temas tan delicados como los vínculos humanos, la autoestima o el maltrato.
Si estás buscando un libro para aprender a ser más asertiva, tal vez este no sea el mejor punto de partida. Hay otras opciones más claras, más empáticas y, sobre todo, más cuidadosas con el lenguaje y con la responsabilidad que implica escribir sobre emociones y relaciones humanas.
En definitiva, El derecho a decir no me ha dejado con la sensación de haber perdido una oportunidad de aprender algo importante, de esas que al cerrar el libro te hacen sentir más fuerte o más libre. Esta vez, no fue así.
¿Lo has leído?
Me encantaría saber qué opinas tú si has leído este libro o algún otro de Walter Riso.
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