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#9 Penúltimo día en Lanzarote: emociones, mercados y playas

El fin de este viaje se acercaba, ya solo me quedaba un día más en la isla y quería ir a visitar el sur, así que eso hice.

 

 

Mi primera parada fue Playa Blanca, ya que aquel día, que era miércoles, había otro mercadillo y quería acabar de comprar algunas cositas. Hay una zona de Playa Blanca que me recordó al Maremagnum que tenemos aquí en Barcelona, pero a otro nivel. Mucho más cuidada, más pija y donde seguro se movía gente con mucho dinero por las tiendas que había.

Me di un paseíto y luego me fui a Puerto del Carmen, un poquito más arriba en el mapa.

En Puerto del Carmen había varias playas que decían que valía la pena ver.

Cuando llegué con el coche, vi que era imposible aparcar, ya que era la típica zona de turistas y estaba a petar de gente. Justo al irme, encontré un sitio y decidí quedarme y bajar a ver una de esas playas, en concreto, Playa Chica.

Y ya te digo que no me valió la pena, porque la playa no era para tanto y la subidita que luego tuve que hacer con todo el calor que hacía no compensaba.

Por la tarde decidí ir hacia el norte, a un pueblito marinero, Punta Mujeres, que era famosillo por sus piscinas naturales y que casi me da un infarto al verlas, ya que, literal, eran piscinas naturales y no las veía para nada seguras. Si leíste el día que hice surf, entenderás por qué casi me da un infarto.

Paseé un poquito por el pueblo y acabé descansando y pensando en mis cosas enfrente de Casa Carmelina.

Aquel día, recuerdo que cuando llegué al hotel, me derrumbé y me dio un ataque de ansiedad. Me estaba encantando la experiencia de viajar sola, de estar aprendiendo tantas cosas nuevas y de estar viendo cosas increíbles, pero lo del surf todavía seguía doliéndome por dentro y empezaba a querer volver a casa.

Aquel día también me di cuenta de que no todo el mundo entenderá el porqué de las cosas que hagas: el porqué de viajar sola pudiendo ir acompañada, el po

rqué de tus miedos, el porqué de lo que sientes, el porqué de que te emociones, el porqué de que llores, el porqué de que te rías… y, como decía Ghandi, todo eso «será insignificante, pero es muy importante que lo hagas».

Y con eso me quedé aquel día.

También me quedé con una foto de día que le hice a la luna, mira.

luna en LZ
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Continuará…

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