

No quiero ser actriz, quiero ser intérprete
[No quiero sonar borde, pero hay cosas que me sacan una mijilla de quicio cuando llevas unos cuantos años escuchándolas y una de ellas es la que vais a leer a continuación].
—¿Ésta es tu hija, verdad? ¿La que vive en Londres, no? (Mi madre y yo asintiendo con una sonrisa). —¿Y qué haces allí? —Estudio. —¿Y qué estudias? —Traducción e Interpretación. —Anda, ¿te gusta el teatro?
¿Por qué cuando dices Traducción e Interpretación, la gente se queda con Interpretación (como si la Traducción les entrara por un oído y les saliera por el otro) y pa’ colmo se piensan que quieres ser actor?
—No, no… Interpretación de idiomas. Lo mismo que traducir, pero oral. —Ah…
Y entonces parece que dejo de ser guay y no le interesa para nada lo que estoy estudiando (not anymore).
A ver, ladies and gentlemen, señores y señoras.
Traducción e Interpretación es una carrera universitaria de lenguas y no tiene nada que ver con ser actor, ni actriz, ni el teatro (que seamos o no teatreros ya viene de fábrica).
Así que, por favor, y hago un llamado (de emergencia) desde aquí. ¿Podéis dejar de malinterpretar Interpretación (de actor) y Traducción e Interpretación (de traductor e intérprete)?
Gracias.
No somos bichos raros. No abundamos, pero tampoco somos pocos. Leéis la gran mayoría de libros en español, catalán, euskera y gallego (y miles de lenguas más) gracias a un traductor, que traduce.
Entendéis las películas y las series porque están dobladas y esos doblajes (el texto que leen los actores de doblaje) está traducido por un traductor. Los subtítulos que leéis (los que ponéis subtítulos) los hace/edita un traductor audiovisual.
Estas son solo algunas de las muchas cosas que hacen los traductores y que muy poca gente tiene en cuenta, por no decir que no saben ni que existe una carrera para formar a estos profesionales.
En cuanto a los intérpretes…
Todos los políticos del mundo se entienden entre ellos gracias a un intérprete ya sea en conferencias o de tú a tú (sino mirad esta entrevista).
La mujer no está haciendo la lista de la compra. Está cogiendo notas para poder interpretar. Es una intérprete.
En los juzgados, hay intérpretes. En los hospitales, hay intérpretes.
Gracias a ellos, mucha gente puede ir al juzgado sin temor a no entender nada o ir a una consulta médica sabiendo que saldrá de allí con un buen diagnóstico porque habrá podido comunicarse con el doctor o la enfermera mediante un intérprete.
Hay una gran diferencia entre salir en películas y/o hacer teatro y esto, ¿no?
Otra de las cosas que no entiendo es ¿por qué la gente mezcla conceptos?
Para que nos entendamos, los traductores traducen por escrito y los intérpretes interpretan de manera oral. No es lo mismo, así que por favor, hablemos con propiedad y dejemos de decir que los intérpretes traducen (que si hay que hacerlo se hace cuando es necesario, al igual que el traductor puede interpretar si está preparado para ello), pero tengamos claro que son dos profesiones bastante distintas y que cada uno hace el trabajo que tan bien indica su nombre.
No he querido sonar borde en ningún momento (perdón si lo ha parecido), pero este es (casi) mi día a día cuando me encuentro con gente random.
Llega un punto en que me parece necesario hacer un llamado (de emergencia), como he dicho antes, para hacer entender a la gente que los estudiantes de Traducción e Interpretación no estudiamos para ser actores ni actrices. Estudiamos para aprender a traducir y a interpretar, que son dos habilidades (y dos artes) que mucha gente cree que podría hacer de un día para otro y (por desgracia para unos y por fortuna para otros) no es así.
Así que, al igual que la mayoría de traductores e intérpretes respetan, hablan con propiedad y valoran el trabajo de otros, ¿por qué no se les valora y respeta el trabajo a ellos y se habla con propiedad en referencia a sus profesiones?
Si alguien tiene la respuesta, que la deje abajo en comentarios 🙂
Nada más por hoy.
xoxo
Irene



