Mi viaje a Tailandia | Phi Phi Island #2
Aquel día nos despertamos en el paraíso, en Phi Phi Island.
Desayunamos en el hotel, cogimos nuestras cosas y una barca que nos llevó al city town de Phi Phi. Allí fuimos al encuentro de los piratas, por decirlo de alguna manera.
Desconozco si hay otra empresa que haga esto en Phi Phi, pero la que cogimos nosotras Phi Phi Island Tour y, spoiler, nos encantó.
A la hora acordada, y después de explicarnos un poco que íbamos a hacer, nos dirigimos al barco pirata en el que íbamos a pasar todo el día, con todas las personas que iban a hacer ese tour.
Mi memoria no recuerda ciertos detalles, ya que hace dos años que pasó esto, sin embargo, sí recuerdo sentarnos y que nos ofrecieran bebida y algo de comer. También recuerdo a Lucas, que era como el guía y el encargado de hacer fotos a la gente. Nos dieron también unos accesorios y gorros de piratas para hacernos fotos.
Dicho esto, os cuento el tour.
Primero, nos llevaron a la Monkey Beach, una playa llena de monos (que podían atacarte si te acercabas mucho). La playa no tenía zona con arena y estuvimos casi todo el rato en el agua, cristalina y limpísima, por cierto.
El barco pirata echa el ancla en mar abierto y quién quería se tiraba desde el barco e iba nadando hasta la playa, y quién no, como nosotras, esperaba a que la lancha les llevará.
Antes de irnos, Lucas nos hizo una foto a todo el grupo. Esto se repitió durante todo el tour, aviso.
Navegamos un buen rato, viendo paisajes increíbles, una cueva vikinga, Maya Bay de lejos (ya que está cerrada al público) y finalmente, llegamos a una zona en la que nos dejaron hacer actividades tipo snorkel y coger un kayak. Lo hicimos todo, a nuestra manera, pero todo (si no recuerdo mal).
Se ve que esa zona, Pilleh Lagoon, es top en el sudeste asiático para hacer snorkel.
Al subirnos al barco, nos dieron de comer, ya que teníamos una hora (o algo más) hasta llegar a Bamboo Island.
Cuando llegamos… eso sí que era el paraíso.
Bamboo Island es una isla en la que no vive nadie. Tiene playas espectaculares, agua turquesas y cristalinas y en el medio de la isla había muchos árboles, eso es lo que recuerdo. La arena es blanca, pero no se engacha tanto en la piel y daba hasta gusta tumbarse en la arena sin toalla (tampoco teníamos, ya que nos las habíamos dejado en el barco pirata).
Antes de irnos de allí, Lucas nos hizo, cómo no, una foto grupal y volvimos a subirnos al barco.
Yo no recuerdo cenar allí, pero quizá me equivoco. De lo que sí me acuerdo fueron de las cervezas que nos dieron, de la golden hour y el increíble atardecer que vimos.
También recuerdo la fiestecita que tuvimos antes de llegar a Phi Phi.
Fue muy divertido y nos lo pasamos genial.
El tour con el barco pirata es algo que hay que hacer sí o sí, si vas a Phi Phi. Recomendadísimo. A mí, me lo recomendaron y eternamente agradecida a la persona que lo hizo.
Al llegar al city town de Phi Phi, teníamos que coger otra barquita para llegar a nuestro hotel.
Un hombre se ofreció a llevarnos, pagándole obviamente, pero una cosa que me llamó la atención es que, con dos coj****, lanzó una botella de cristal al mar.
Desde luego, eso de reciclar no llega a todo el mundo por igual.
Para colmo y más aventura, nos dijo que no tenía luces y que cuando él nos dijera teníamos que iluminarle con las linternas de nuestros móviles. Era de noche y en el mar no hay farolas, claro está.
Finalmente, llegamos sanas y salvas al hotel, y aunque parecía que no, nuestro viaje estaba a punto de llegar a su fin.
Nuestro último día en Phi Phi se acercaba…
Y por si te perdiste nuestro primer día en Phi Phi te dejo aquí la entrada para que puedas leerla.
….Próximamente 19 de agosto en Tailandia….