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Mi viaje a Jordania #6

22 de julio de 2022

 

Al día siguiente, nos despertamos bastante bien para haber dormido unas cuatro horas, pero lo primero que tuve que hacer nada más levantarme fue ir al baño y darme cuenta de que me había venido la regla (se me adelantó una semana y lo peor de todo es que nos pasó a casi todas las mujeres que fuimos al viaje). 

 

Entre el yogurt y la regla adelantada entendía mucho mejor el día anterior.

 

Desayunamos (aunque no recuerdo mucho hacerlo, pero seguro que sí), nos subimos a los jeeps otra vez, con nuestras mochilas y nos despedimos de Wadi Rum para siempre (aunque quién sabe si volveré algún día).

 

Teníamos que llegar a una hora determinada a la minivan, ya que de Wadi Rum nos íbamos directamente a Aqaba, al sur de Jordania, al Mar Rojo a hacer snorkel y submarinismo y así fue.

 

De hecho, llegamos tarde al barco no recuerdo porqué, pero bueno, por suerte el barco nos esperó y una vez dentro cogimos sitio y lo que yo pensaba que iba a ser una fiesta en un barco, fue la sobada máxima en un barco.

 

Es cierto que salíamos a tomar el sol, pero allí el sol era excesivamente fuerte y llegabas a marearte y todo del calor que hacía…

 

Hubo un momento en que el barco paró y era el momento de lanzarse al agua.

 

Yo le tengo muchísimo respeto y no me gusta hacer ni snorkel ni submarinismo ni nada por el estilo ya que me da muchísima ansiedad no poder respirar bien.

 

De todas maneras, hice mi snorkel particular con chaleco salvavidas, pero la primera parada que hicimos fue horrible. Había muchísima corriente y lo que estábamos haciendo era intentar sobrevivir y no morir ahogadas xD en vez de hacer snorkel (exagero porque me gusta exagerar, pero me hace mucha gracia recordar este momento ahora). 

 

De hecho, yo no vi absolutamente nada bajo el agua… El agua estaba muy revuelta, así que pararon en otro punto más alejado y más cerca de la orilla y ahí sí que pudimos ver cosas. ¡Vi un pez globo! 

 

Lo que pasa es que me empecé a agobiar porque tenías que ir con un cuidado tremendo de no tocar nada, el fondo del mar se veía demasiado profundo (debo tener talasofia de esa porque me daba miedo pensar que no sé lo que hay ahí debajo) y con otra chica decidimos salirnos de esa pequeña excursión marina que estábamos haciendo y volver al barco o como mínimo quedarnos flotando cerca de él relajadamente. 

 

Al cabo de un rato, más amiguis del viaje se unieron a nosotras y nos quedamos ahí flotando. El agua estaba fría, pero después se agradecía porque hacía bastante calor. 

 

flotando mar rojo
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Por la tarde, nos dieron de comer, pero yo me empecé a marear (recordemos que el día anterior me había estado cagando viva en medio del desierto) y comí super poco. 

 

Cuando el barco nos dejó en el puerto de Aqaba, nos dirigimos a la minivan, pero mientras la esperábamos, a mí me dio un chunguito. Recordemos también que era mi primer día de regla. 

 

En fin. 

 

Llegamos al hotel y si no recuerdo mal, aquella noche salimos a cenar por ahí y recuerdo cenar nuggets con patatas (muy árabe todo, sí) y tomar unas cervezas en el rooftop del hotel, que parecía muy chulo y tenía piscina y todo.

 

El día siguiente nos deparaba unas cuantas horas en la minivan, ya que teníamos que volver a Amman, la capital del país y eso estaba justamente en la otra punta de dónde estábamos. 

 

Eso también quería decir que el viaje llegaba a su fin y no podíamos ni creérnoslo. 

 

Continuará…

 

xoxo

 

Irene

 

 

 

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