Mi viaje a Jordania #4

20 de julio de 2022

Aquel día madrugamos muchísimo. Nos montamos en la minivan y nos dirigimos a Petra.

Quizá, como todo el mundo, piensas que Petra es únicamente la maravilla del mundo y lo que todo el mundo conoce de Jordania, pero Petra es más que eso.

Petra es una ciudad antigua que fue levantada por los edomitos, pero fueron los nabateos, nómadas árabes, los que la ocuparon y la hicieron prosperar.

La cosa es que tú no llegas y ¡PUM! ves la maravilla del mundo y te vas, no.

Tú entras al recinto y andas, y andas y andas, y andas por el Siq, que es como un cañón, hasta que llegas al Tesoro de Petra, que viene siendo una de las maravillas del mundo moderno.

Cuando lo vi fue guay, porque siempre es guay ver algo importante para la humanidad, pero también recuerdo que pregunté: ah, ¿es esto?

Supongo que cada uno tendrás sus sensaciones. Las mías no fueron para tanto y no lo llamaría decepción, porque no lo es, pero me esperaba algo más espectacular. 

Nos hicimos muchas fotos y después tuvimos un poco de jaleo con unos jordanos ya que nos hacían pagar 4 dinares jordanos para subir a un «mirador» en el que se hacen las típicas fotos de Petra.

Al final pagamos 2 dinares jordanos y subimos al mirador.

Voy a hacer un inciso respecto a esto.

Jordania es cara para el turista y ahora más, ya que el euro vale menos que el dinar jordano y perdemos dinero cuando cambiamos euros a dinares.

De todas maneras, siendo lo que voy a decir algo normal, ya que viven del turismo, se aprovechan del turista y en según que cosas inflan el precio o te hacen pagar por cosas, como lo del mirador, simplemente por ser turista, cuando tú ya has pagado por entrar ahí. 

Así que si vas a ir a Jordania próximamente ten en cuenta esto.

Después de subir al mirador, hacernos unas cuantas fotos y descansar un poco, decidimos hacer la excursión de los 200 escalones, justo después de comer, con toda la solana.

La cosa es que siempre era igual. Hacíamos las cosas en las peores horas xD, pero nos lo pasábamos bien.

Dicho y hecho, empezamos la excursión y nos tapábamos con el pañuelo típico jordano para que no nos diera tanto el sol.

Después de unos cuantos minutos subiendo escalones, que parecían horas (hay que tener en cuenta que llevábamos todo el día caminando), llegamos al Monasterio, y eso sí que fue muy guay de ver. Era enorme y no había casi turistas.

Lo que sí había, y quiero hacer mención de esto porque me parece importante, eran animales: burros, algún caballo y camellos.

Jordania es un país, a mi parecer, bastante occidentalizado, pero todavía con costumbres muy antiguas, un cultura extremadamente machista y respecto a los animales la explotación es muy evidente.

Si tú, como persona, tienes un mínimo de conciencia animal, vas a pasarlo mal al ver a los burros en Petra, subiendo o bajando los escalones, con o sin gente, ya que los usan como taxis.

Cuando nos íbamos había unos niños con una especie de látigo y tenían un carro con un caballo. Los niños usaban ese «látigo» para darle al caballo y el caballo relinchaba y se apartaba.

Sufríamos todos y yo les dije que pararan. Ellos nos dijeron que no nos metiéramos, que no era nuestro problema y tenían razón porque ellos viven de eso. Los animales los usan como medio para hacer dinero, y está claro que su conciencia animal no está tan desarrollada como la nuestra (aunque siempre hay excepciones, claro).

Hablando de animales, al bajar los 200 escalones, había un grupito de adolescentes con caballos, burros o camellos (no lo recuerdo muy bien) y uno de ellos empezó a decirme que le daba 100 camellos a mi familia a cambio de mi persona.

La verdad es que eso de comprarte a cambio de camellos no me lo acababa de creer, pero por lo visto sí que lo hacen, sí. 

Cuando llegamos a la minivan estábamos destrozados. Habíamos andado 10 horas y nuestros pies y piernas pedían un descanso.

La cosa es que ese mismo día, por la noche, se hacía el Petra by night, que es un espectáculo con música beduina, velas y luces ante el Tesoro de Petra.

Es una turistada, y obviamente tienes que pagar y volver a andar todo el tramo hasta allí, pero es chulo de ver. 

Nosotros hicimos un ritual y todo. 

Cuando llegamos al hostal, les explicamos a los que no habían ido cómo había sido y yo recuerdo irme a dormir lo más pronto posible porque al día siguiente, como de costumbre, había que madrugar, ya que nos íbamos al… ¡DESIERTO!

Continuará…