Mi querida Londres
Ay Londres.
Esa ciudad tan amada y odiada a partes iguales.
Esa ciudad en la que llueve la mayor parte del tiempo, en la que hace frío y apenas sale el sol, o eso dicen los que creen conocerla.
Esa ciudad que no es la mejor del mundo, pero tampoco la peor.
Esa ciudad que me acogió un septiembre de 2014 y de la que me despedí un julio de 2017. Pero no para siempre.
Esa ciudad en la que después de llover, yo veo el arcoíris aunque no salga.
Esa ciudad que me causa el mismo efecto que las espinacas a Popeye.
Esa ciudad que me da la vida y me hace feliz.
Esa es Londres.
Una ciudad a la que siempre querré volver.
Una ciudad donde tengo a mi segunda familia.
Una ciudad que solo me ha dado cosas buenas.
Una ciudad que me ha enseñado (casi) todo lo que sé a día de hoy.
Una ciudad a la que solo puedo darle las gracias.
Una ciudad que me hace sonreír cuando el avión aterriza y derramar alguna lágrima cuando despega.
Esa es (mi) Londres.