

Mi experiencia con el lacto vegetarianismo #3
En anteriores capítulos…
«Así que hacer una dieta en mi caso era una utopía.»
«Aunque a mi favor diré que muy pocas veces me la he saltado y la he seguido bastante al pie de la letra, pero a veces es inevitable comer ciertas cosas que no debería…»
«Al llevar a cabo esta dieta, he llegado a comer cosas que nunca imaginé que iba a comer ni mucho menos que iban a gustarme.»
Y después de más de un mes (creo) vuelvo con MI EXPERIENCIA CON LACTOVEGETARIANISMO #3.
En la segunda parte os dije que os pondría un listado de alimentos que me hice yo, y me corrigió después la nutricionista, para el momento en el que tuviera que empezar a andar por mí sola en esto de la nutrición y saber que alimentos puedo sustituir por otros en el caso de que no los encuentre o no me gusten.
Pero antes de esto, vamos a hablar de las novedades.
¿CÓMO FUE LA TERCERA VISITA A LA NUTRICIONISTA?
Recordemos que yo acudo a la nutricionista por el bajo peso, por lo difícil que me es ganar peso y por lo mal que llego a comer a veces.
Recordemos también que al empezar la dieta, me adelgacé en vez de engordar. Por ese mismo motivo se me añadió pan en todas las comidas y se incrementaron las cantidades de algunos ingredientes.
La tercera visita fue, para mi sorpresa, bastante positiva en cuanto al peso. Me había engordado 400 gramos y como siempre, para algunos será una miseria, pero a mí me dio la vida. Salí bastante contenta de la nutricionista y preparada para empezar el nuevo plan nutricional, pero…
El ritmo de vida que llevo no es apto para una dieta en la que me tenga que comprometer a comer 5 veces al día e intentar que las comidas sean saludables y más o menos elaboradas. Cierto es que mi nutricionista me propuso alimentos como los vasitos de Quínoa o Arroz (que se hacen en 1 minuto) o bolsas de verduras congeladas y este tipo de comida con la que me ahorraría mucho tiempo en la cocina. Sin embargo, me faltan horas en el día para poder hacer todo (incluso, la compra) y es una pena ya que esto le pasa a la gran mayoría de la población.
También he de decir que NO es excusa y que tan solo hay que saber organizarse las comidas y la vida en general, pero mantener el ritmo y estar en TODO es complicado. aunque prometo que lo he intentado.
¿ENTONCES HAS DEJADO LA DIETA?
Sí y no.
Sigo sin comer carne, aunque he de reconocer que algún día he «pecado» con algo de pollo, pavo, fuet, salami y esas cosas que «supuestamente» no debería comer por lo de «vegetarianismo». De todas maneras, sigo sin echar de menos la carne, y ahora, en los restaurantes, como hamburguesas vegetales (y las prefiero 1000 veces a las de pollo o ternera, la verdad).
Así que podríamos decir que esa parte de la dieta sí que la sigo (en parte), pero no la sigo a rajatabla con todo lo demás. Estas últimas tres semanas la he seguido super poco, pero lo importante es que no he vuelto a los malos hábitos así que estoy orgullosa de mí misma 🙂
Para mí, lo más importante de todo esto es que he aprendido (y estoy en ello) a cómo tengo que comer, qué tipo de alimentos tienen que estar en mi plato y cómo combinarlos. A veces, el menú nutricional me da una opción, que sinceramente, para un viernes o sábado noche, es lo que menos me apetece y yo siempre dije que iba a comer lo que me apeteciera. Sano y saludable a poder ser, pero que si me lo saltaba un día tampoco me iba a morir.
Así que podríamos decir que sigo comiendo sano y saludable, aunque a veces una pizza no me la quita nadie. También me puede dar por añadirle carne a los platos (y no pasa absolutamente nada) y otras veces, puedo hacerme un brownie vegano a la taza y me quedo tan pancha.
Lo importante, vuelvo a repetir, es que todas las personas que hacemos dieta, aprendamos de ello. Aprendamos a cómo combinar los alimentos y que según la manera en cómo los combinemos sea apto, sano y saludable para nuestro organismo. NO HAY MÁS.
Yo por suerte, puedo comer de todo porque no tengo ni colesterol, ni diabetes, ni nada de nada. Y para engordar todo el mundo me dice que coma de todo y que no me prive de nada. Pero una cosa es engordar a base de fast food y otra es a base de comer mínimamente bien. Y yo he optado por la segunda.
De todas maneras, y porque aquí hemos venido a contar la verdad, me engordé esos 400 gramos sin seguir a rajatabla la dieta y comiendo más pan (hidrato) y más pasta (hidrato también). Así que ahí lo dejo.
PD. El listado os lo pondré en otra entrada o lo haré de alguna manera para que quede más visual.
¡Nada más por hoy!
xoxo
Irene



