Fui una más
Mucho se habla del maltrato físico, de la violencia de género, del abuso sexual y de las muertes que cada año se llevan todos estos actos.
Pero…
Poco se habla del maltrato psicológico, propiamente dicho.
Parece que el maltrato psicológico sea como la ansiedad o la depresión, enfermedades silenciosas, pero padecidas por gran parte de la población mundial.
El maltrato psicológico podríamos decir que es el maltrato silencioso. Ese maltrato del que no se da cuenta nadie y a veces, incluso, ni tu mismo/a, hasta que te destroza o te sientes como tal; hasta que te anula como persona y empiezas a perder tu identidad, si es que no la has perdido ya.
Es un maltrato que no empieza en el momento en el que te sientes menospreciado/a y/o ignorado/a. Es un maltrato que empieza en el momento en que te engañas a ti mismo/a. En el que te dejas seducir por la otra persona, cuando tú nunca has querido que eso sucediera. Pero sucede. Ya no importan los motivos.
Las cosas pasan por alguna razón, positiva o negativa, y la vida tan solo nos enseña a lidiar con ellas en ese momento para no volver a repetirlas en el futuro. Ahí está la base del crecimiento personal.
El no saber decir «NO» y la falta de comunicación en esta sociedad nos hace mucho daño. Y seguimos sin aprender. Aumentando esas carencias cada día que pasa.
El maltrato psicológico es el primer eslabón. Es el antes del maltrato físico. Es el antes de la pérdida de identidad, de la anulación como persona… incluso, de la muerte.
No hay mucha información sobre ello. De hecho, en el marco legal no está (casi) ni penado; necesitas muchas pruebas para demostrar que ha habido maltrato emocional. Y eso y nada es (casi) lo mismo.
Así que la mayoría de las víctimas deciden no denunciar. Por practicidad, para evitarse mayores dolores de cabeza y para olvidarse por completo de lo sucedido y de la otra persona.
Pero, qué pasa con las que vienen. Pues que sufrirán igual que la anterior. Porque el sistema no contempla al 100% que el maltrato emocional, ese que va antes del maltrato físico e incluso de la muerte, deba estar igual o incluso más penado que el abuso físico.
Si arrancamos las malas hierbas de raíz, evitaremos que crezcan. Con esto pasa tres cuartos de lo mismo.
Y cuando hablo de maltrato psicológico no quiero decir que tenga que darse en casos única y exclusivamente de pareja. Hay abuso emocional en cada esquina. El único problema es que no nos damos, o no queremos darnos, cuenta de ello.
SI DUELE, NO ES NI AMOR, NI AMISTAD, NI FAMILIA, NI COMPAÑERISMO.
SI DUELE ES MALTRATO.